¿Habías notado que en este último mes están apareciendo muchos avisos de colegios privados en búsqueda de nuevos profesores?

Usualmente los colegios privados «grandes» y con planificación anticipada abrían sus convocatorias en agosto y culminaban sus procesos en noviembre; de modo que para estas fechas ya tenían todo su staff completo.

Pero estamos casi a mediados de enero y siguen apareciendo numerosas convocatorias tanto en colegios grandes y más aún en los pequeños. ¿Qué ha pasado entonces?

La migración docente: de lo privado a lo público

Algunos directores comentan que tras el proceso de nombramiento de docentes, son numerosos los profesores que ya estando contratados en sus colegios privados han renunciado por haber alcanzado una plaza en el MINEDU. Este fenómeno venía ocurriendo en menor medida desde hace 3 años; pero con los cambios en las remuneraciones, la posibilidad de optar por un nombramiento, los estimulos económicos para los mejores puestos y la línea de carrera que puede desarrollarse; llegamos a un 2024 con una migración que pone en riesgo el manejo de recursos de humanos en los colegios privados.

La diferencia en este 2024 es que el proceso de nombramiento que está por concluir ha movilizado una mayor cantidad de docentes debido a las condiciones requeridas, la flexibilidad en el proceso y la cantidad de plazas disponibles.

Pero, ¿Qué ofrece el Estado a diferencia de un colegio privado pequeño o mediano?

En conversaciones con algunos profesores las ventajas que señalan son el horario de trabajo, el salario y la estabilidad.

El horario de trabajo

En el colegio privado los contratos son por 40 horas cronológicas semanales con un horario de entrada a las 7:30 y salida a las 4:30, de las cuales en los colegios pequeños el docente utiliza el 90% de ese tiempo para el dictado de clases y en los colegios privados medianos o grandes utiliza el 50% de ese tiempo para el dictado de clases.

En el colegio público los contratos son por 30 horas pedagógicas distribuidas durante la semana en un horario variado: el turno mañana ingresa a las 7:30 y sale a las 2:00 y el turno tarde ingresa a las 1:00 y sale a las 6:30 con la posibilidad de entrar un poco más tarde o salir más temprano siempre que complete sus 30 horas semanales. De ese tiempo, por ejemplo en el nivel secundaria, 24 horas pedagógicas se destinan al dictado de clases y las 6 restantes se distribuyen en horas de atención a padres, reforzamiento y coordinación entre docentes.

Estas diferencias en el horario de trabajo pesan mucho al momento de una elección laboral, toda vez que la distribución de docentes por sexo señala que el 65% de docentes son mujeres; y en una cultura como la peruana la mujer madre tiene la mayor carga de trabajo en el hogar es obvio cuál de las dos opciones le ofrece mayor tiempo para atender a las labores familiares. En el caso de los varones, éstas diferencias de horario permiten tener un empleo adicional que pueda atender las necesidades económicas de su familia.

El salario

Según el MINEDU, para este 2024, un docente contratado ya sea en inicial, primaria o secundaria por 30 horas pedagógicas recibe una remuneración mensual de S/. 3100.50 Pero es importante tomar en cuenta que su contrato es de 10 meses de labores y 02 meses de vacaciones; es decir que recibe este monto por 12 meses. Adicionalmente recibe un sueldo adicional por concepto de CTS al finalizar su contrato, ademas de 3 bonificaciones: escolaridad, gratificación por fiestas patrias y gratificación por Navidad, éstas oscilan entre S/. 300 y S/. 400.

En el caso de la escuela privada las remuneraciones son variables dependiendo del tipo del colegio, la formalidad y las condiciones de trabajo. Pero para tener una idea podemos tomar en cuenta un estudio de GRADE que señala:

En la medida de salarios por hora, llama mucho la atención que los salarios
de los docentes de escuelas privadas están muy deteriorados, pues ellos
perciben un menor sueldo mensual aunque trabajan más horas por semana.

La carrera docente en el Perú
Juan José Díaz y Hugo Ñopo

En cuanto al tipo de colegio podemos establecer una clasificación: Colegios Top, Colegios Intermedios y Colegios Precarios. En el primer caso naturalmente los docentes reciben un mayor sueldo al del Estado, pero en los colegios intermedios los sueldos pueden oscilar entre S/. 2400 y S/. 5000 mientras que en los colegios precarios el rango puede bajar desde los S/, 2400 hasta el sueldo mínimo y en algunos casos extremos hasta menos.

De acuerdo al colegio las diferencias en el contrato podrán ser muy radicales. Es común encontrar que en los colegios precarios sus contratos son por 10 meses, no hay vacaciones, no hay CTS y en algunos casos son por recibos por honorarios. Lamentablemente la mayor cantidad de colegios privados se ubican dentro de este escenario.

La estabilidad

Un profesor que ingresa a la escuela pública luego de un proceso de nombramiento tiene estabilidad laboral hasta su cese a los 65 años. Aún cuando en la Carrera Pública Magisterial están contempladas las evaluaciones de desempeño, éstas no se han hecho efectivas y tomará un tiempo hasta que se implementen y gocen de la aprobación pública. Todos sabemos la importancia de una educación de calidad pero lamentablemente este mecanismo para regular el desempeño docente no es popular entre los maestros y genera conflictos cuando se intenta dar un paso en esa línea.

En el caso de los colegios privados, obviamente en los Top y en buena parte de los Intermedios existe la estabilidad laboral con todas la condiciones que exige la ley. Sin embargo también puede darse el despido siguiendo el procedimiento que corresponde según el Ministerio de Trabajo. Ya en el caso de los colegios precarios la estabilidad no existe, ya sea por la informalidad o por que sus períodos de contrato no pueden sumar los 5 años consecutivos.

Desafios para la gestion de los recursos humanos

En el caso de los colegios públicos, a nivel de la dirección escolar corresponde aprovechar la disciplina y responsabilidad que un profesor de escuela privada ha desarrollado en ese escenario. Evitar recargarlo de papeleo y burocracia innecesaria, darle soporte a sus iniciativas y tomar decisiones previas que orienten su labor. La misma cultura de la escuela privada le ha enseñado al docente que no tiene mucho margen de decisión sino que su labor se centra en la acción. La gestión escolar de un colegio público está en el otro extremo: casi todas las decisiones (desde lo pedagógico hasta lo administrativo) pasan por el tamiz de los docentes, lo que ralentiza las acciones y muchas veces entorpece la claridad en las decisiones.

Corresponde a los directores de escuelas públicas el evitar que al cabo de un par de años, ese maestro entusiasmado termine por decepcionarse del Estado y solo cumpla su horario esperando el timbre de salida. De nada habrán servido las ventajas del salario o el horario sino logramos que haya un real aporte de estos maestros a la escuela pública.

Para el caso de los colegios privados – en especial los intermedios y precarios- queda la gran tarea de ser mas competitivos al momento de atraer y retener el talento docente. La tarea se inicia con la formalización (si no la hubiere) el incremento en los salarios, la flexibilidad en los horarios y el establecer una línea de carrera al interior de su organización. Que las promotorías logren entender que la principal diferencia de su marca no está en sus instalaciones o equipamiento sino en los docentes que llevan a la práctica su propuesta pedagógica. Un colegio que pone avisos en busqueda de profesores para todas las áreas y niveles cada año, da un mensaje claro de no poder satisfacer a sus clientes internos, y sino no puede con ellos menos podrá con los clientes externos.

Categorías: Opinión

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